2º Parte: ESTUDIAR INGLÉS EN MALTA por Anna Calvete
Siguiendo el articulo anterior de ESTUDIAR INGLÉS EN MALTA por Anna Calvete.
Al día siguiente fuimos a Valleta y Mdina. Valleta, es la capital, la ciudad histórica. Sus edificios barrocos llenan las calles rectas y largas, con ventanas de madera verde y balcones cerrados.
El edificio más hermoso es el actual Parlamento, que antaño fue el centro de Castilla y Portugal de la Orden de San Juan, la cual gobernó malta del s. XVI al XVIII, hasta que Napoleón invadiera la isla.
El visitante de Valletta, no puede perderse la catedral, cuya fachada no da una idea del esplendor que uno de encuentra en el interior. Debido a sus características arquitectónicas y artísticas Valletta ganó en 1980 el título de Patrimonio histórico por la UNESCO.
Es un lugar histórico de construcción medieval y barroca, famoso por las puertas de los edificios, que compiten por tener la aldaba más hermosa. Si se tiene la oportunidad de perderse por sus calles a solas, se entenderá por qué se le llama a Mdina la ciudad del silencio.
Era obligatorio ir a bailar a uno de los innumerables locales que hay en Sliema. El escogido fue uno llamado Fuego, en el que el DJ es sudamericano y hay un profesor de salsa que baila con los clientes. Allí disfrutamos de la noche maltesa hasta tarde, pero no mucho, porque al día siguiente nos esperaba otra fuerte jornada.
Finalmente nos despedimos todos los agentes que habíamos pasado estos días juntos descubriendo los tesoros que esconde Malta. Convivimos personas de Rusia, Arabia Saudí, Francia, República Checa, Holanda etc, con los compañeros malteses que nos recibieron con el calor característico de los habitantes de la isla. Creo que a todos nos quedó el sentimiento que no habíamos pasado suficiente tiempo allí por lo que estoy segura que muchos repetiremos y volveremos algún día a Malta.
Recordar que teneís toda la información de nuestro CURSO DE INGLÉS EN MALTA, en nuestra página web, y toda la información para iros a ESTUDIAR INGLÉS A MALTA!
Al día siguiente fuimos a Valleta y Mdina. Valleta, es la capital, la ciudad histórica. Sus edificios barrocos llenan las calles rectas y largas, con ventanas de madera verde y balcones cerrados.
El edificio más hermoso es el actual Parlamento, que antaño fue el centro de Castilla y Portugal de la Orden de San Juan, la cual gobernó malta del s. XVI al XVIII, hasta que Napoleón invadiera la isla.
El visitante de Valletta, no puede perderse la catedral, cuya fachada no da una idea del esplendor que uno de encuentra en el interior. Debido a sus características arquitectónicas y artísticas Valletta ganó en 1980 el título de Patrimonio histórico por la UNESCO.
Mdina, la antigua capital de Malta, es llamada la ciudad del silencio debido a que los coches tienen prohibido el acceso y no tiene un número alto de habitantes.
Calle de Mdina, la ciudad del silencioEs un lugar histórico de construcción medieval y barroca, famoso por las puertas de los edificios, que compiten por tener la aldaba más hermosa. Si se tiene la oportunidad de perderse por sus calles a solas, se entenderá por qué se le llama a Mdina la ciudad del silencio.
Aldaba de una puerta de Mdina
Era obligatorio ir a bailar a uno de los innumerables locales que hay en Sliema. El escogido fue uno llamado Fuego, en el que el DJ es sudamericano y hay un profesor de salsa que baila con los clientes. Allí disfrutamos de la noche maltesa hasta tarde, pero no mucho, porque al día siguiente nos esperaba otra fuerte jornada.
Vista de Valletta desde Sliema
Mi último día en Malta fue en Saint Julians, una zona turística en la que se hallan muchas de las escuelas de inglés que hay en la isla y varios hoteles, por lo que las personas que te encuentras caminando por allí provienen de todo el mundo. Allí hay una de las pocas playas de arena que existen en el litoral maltés, ya que la mayoría de este es rocoso. El agua está limpia y alrededor hay muchos restaurantes y tiendas de souvenirs.Finalmente nos despedimos todos los agentes que habíamos pasado estos días juntos descubriendo los tesoros que esconde Malta. Convivimos personas de Rusia, Arabia Saudí, Francia, República Checa, Holanda etc, con los compañeros malteses que nos recibieron con el calor característico de los habitantes de la isla. Creo que a todos nos quedó el sentimiento que no habíamos pasado suficiente tiempo allí por lo que estoy segura que muchos repetiremos y volveremos algún día a Malta.
Recordar que teneís toda la información de nuestro CURSO DE INGLÉS EN MALTA, en nuestra página web, y toda la información para iros a ESTUDIAR INGLÉS A MALTA!